Agua del cielo (Galarrwuy Wirrpanda - Watarrka, 15 de marzo de 2018)

Llueve en el desierto australiano. Lluvia en marzo. No es normal. Galarrwuy está desconcertado. Hoy, no tiene turistas a los que guiar. Decidió tomarse una licencia para un walkabout de dos días. El trabajo se lo permite y contaba con que el tiempo también lo hiciese. Las precipitaciones en esta época del año son casi inexistentes. Es por ello que el Parque Nacional de Watarrka luce de un modo especial.
Tras dos horas caminando bajo la lluvia, Galarrwuy descansa a la sombra de una roca. Su forma, con un alerón pronunciado, le sirve de improvisado paraguas. Hasta llegar a este punto, tuvo que caminar durante tres horas. Es un buen momento para descansar. Protegido del agua, Galarrwuy se sienta bajo la roca. No tarda en dejarse llevar por el influjo del agotamiento y se recuesta. El sonido de la lluvia al impactar en la piedra le reconforta. Cierra los ojos. Está tranquilo, nadie le molestará. En kilómetros, no hay un alma. Aunque, según las creencias de Galarrwuy ocurre todo lo contrario, pues todos los seres vivos de Watarrka son almas hermanas a la suya. Y el mundo de los sueños, el verdadero, es el que se va a apoderar de su mente en breve. Ahí, podrá revivir de nuevo los tiempos anteriores a su nacimiento.
Galarrwuy comienza a soñar. Sueños profundos, marca de la casa, pero no habituales. Esta vez el entorno no es conocido. Galarrwuy acostumbra a fantasear con situaciones ambientadas en parajes australianos que le son familiares pero, en esta ocasión, él aparece rodeado de hielo en su sueño. Tiene ante sí un paraje propio de uno de los polos, algo que conoce gracias a la televisión porque jamás había visto tanto hielo lejos de un vaso de güisqui. Camina y camina sin que el horizonte cambie. Hielo y más hielo. Siente mucho frío. El gélido aliento del viento le inunda los pulmones en una sensación, hasta ahora, desconocida por él.
La fuerza del aire aumenta y, pese a que Eolo sopla en dirección contraria, Galarrwuy lucha por avanzar. No tiene motivos para ir en una dirección u otra, ni siquiera para no estarse quieto, aunque siente la necesidad de caminar. El frío provoca una sensación de desconcierto y de molestia extrema. La falta de hábito a esas temperaturas tan bajas favorece que hagan mella en su ánimo. Se detiene y se vuelve para ver lo que deja atrás. Es lo mismo que lo queda por recorrer.
Los dedos de los pies le duelen hasta el punto de hacerle parar un momento para recobrar la compostura. Es cuestión de segundos. Reanuda la marcha con el mismo objetivo. Metros en una misma dirección sin fruto alguno y, lo peor, sin esperanza de que la situación cambie. El sueño de Galarrwuy dista de lo que se considera una evasión placentera. Nada parece que modifique esta pesadilla tan curiosa. Sin embargo, por fin, Galarrwuy divisa algo diferente. Parece algo blanco que sobresale por encima de la superficie helada. Apresura el paso en la medida de sus posibilidades. La curiosidad es más fuerte que el viento y Galarrwuy se aproxima rápido al misterioso objeto. Parece que atisba lo que es, un esqueleto tal vez. No puede precisarlo porque está todavía demasiado lejos. Aunque, ¡sí!, parece un esqueleto humano.
Bruscamente, Galarrwuy se despierta. Justo cuando casi había llegado a la altura de lo que parecía un esqueleto humano, su sueño se rompe. Abre los ojos y comprueba que ha dejado de llover. Recuerda sus ensoñaciones perfectamente. Es un buen tema para pensar mientras sigue con su walkabout.

9 comentarios:

  1. Perdona pero seguire leyendote. Un saludo

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  2. Lástima igualmente perderte como seguidora

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  3. gracias por la invitación, muy interesante el manejo que le das al elemento del sueño, muy interesante, seguiré en contacto con tu blog...

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  4. Gracias, Mario y Sue. Es gratificante oír buenas palabras. Gracias.

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  5. Interesante tema. Habrá que seguir leyendo.

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  6. Wences millonésimas de gracias por tu invitación y muy linda está la novela,que tengas muchas felicidades y éxitos.Roxana Miriam González de la Ciudad de Rosario
    PD: Gracias por ver la foto de mi querido Tío Enrique Lonetti es una excelente persona.

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  7. Muchos gracías. Interesante tema y blog

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  8. un enfoque original a una idea muy interesante. Seguire tu novela con interés. Gracias por haberte pasado por mi blog.

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