Laburo (Norma Makaroff - Buenos Aires, 14 de marzo de 2018)

Norma acordó ayer reunirse con su jefe, Guillermo Teruggi, para tratar un tema de contratos. La compañía norteamericana Pacific Investment Management, una de las principales clientas de Teruggi y Asociados, tiene un problema contractual. Había contratado a veinte científicos para realizar una investigación en la Antártida Argentina, una encomienda que duraría tres meses. Al mes y medio de comenzar el trabajo, el jefe de la expedición, Anthony Madison, acordó con Michael Berger, propietario de la Pacific, el cese de la actividad. Fue un acuerdo verbal y siete de los científicos se niegan a abandonar la base. Quieren exprimir el contrato firmado con la financiera estadounidense. Anoche, Teruggi fue informado de la muerte de tres de los científicos. Éste podría haber sido el motivo del cambio de planes del hombre fuerte de Berger en la Antártida. Pero no hay noticias de la naturaleza de los fallecimientos, por lo que ni Norma ni su jefe se apresuran a juzgar la situación y establecer soluciones inmediatas.
—Como te dije ayer, algo pasó en la expedición que Berger la quiere dar por terminada. Le pregunté por cómo habían ocurrido esas muertes y no obtuve respuesta alguna. Me dijo "no me venga con pelotudeo, es un tema privado y punto". La verdad es que hay unos contratos firmados y en ellos no se recoge una posibilidad de finalizarlos diferente a que venciese el plazo de la expedición. Y la muerte claro. Berger nos pide, aconsejado por su encargado en la Antártida, que busquemos alguna argucia legal para obligar a todos los científicos a abandonar la misión. ¿Qué creés vos que podemos hacer?—
—Mirá, yo soy apenas un pichi acá. Es un caso complicado. Si no hay sinceramiento por su parte, difícil, Guillermo.—Hay buena relación entre Norma y su jefe, lo que le permite tratarlo con familiaridad.—Esto son problemas del año del jopo, porque hay un contrato firmado, ¿sí? No se puede hacer nada.—
—Me pintó aclararlo con Berger ayer cuando me telefoneó. No pude. Vos sabés como es este yanqui. Él nos paga para este tipo de escenario. Para resolver. Tenemos que hacer el aguante a los que quieren volver. Pienso que tenemos que ser dialoguistas con los otros. Y pienso que vos sos la indicada para esto.—Teruggi señala a Norma, que se hace la sorprendida aunque no lo está.
—Dale. No soy la indicada, pero, bueno, lo hago porque me lo pedís vos. Intentaré hablar con alguno de los rebeldes. ¿Tenés su número?—
—Y claro, está marcado en la agenda. Hay un doctor en Biología, Jorge Klimovsky, que parece que es el que los lidera de alguna forma. Quizás convencerle sea nuestra oportunidad.—Mientras habla su superior, Norma ya marca el número de contacto.
—Al habla Klimovsky, ¿quién llama?—Apenas suena la señal de línea y ya contestan a la llamada.
—Norma Makaroff, de Teruggi y Asociados. Hablo en representación de Pacific Investment Management. Me pidieron que me comunicara con ustedes para negociar los términos en los que quieren abandonar la expedición.—
—No es posible. No vamos a irnos. Vinimos aquí pensando en hacer algo importante, ahora, vemos que esto supera las espectativas. Lamentamente, cayeron tres compañeros, pero eso no cambia nada.—
—Lo cambia todo, señor Klimovsky. Michael Berger, la persona que organiza y sufraga este estudio en el hielo, decidió ponerle final. Sabemos que hay un contrato firmado, pero quiere negociar su rescisión.—Norma nota un tono firme en su interlocutor. Supone que será un acuerdo difícil de concretar.
—Éste es mi laburo, señorita. Nada me hará cambiar de parecer. Que tenga un buen día.—Sin más explicaciones, Jorge Klimovsky le cuelga a Norma.

2 comentarios:

  1. Interesante enfoque y amena historia. Tratare de seguirla más ordenadamente, cuando pueda hacer un hueco para ello.
    Por eso supongo que tardare un tiempo en volver a comentar.
    Aunque mi blog por el que contactamos es http://fanfiction.es he usado el de worpress porque no tenia otro modo de firmar con él.

    ResponderEliminar
  2. Gracias, Lustorgan. De todos modos, El Infierno Imaginario es otro agradable descubrimiento. La verdad que es intrigante lo de la cuenta atrás. Repito, muchas gracias.

    ResponderEliminar